Comunicado 11/19

LA NECEDAD DE VIVIR SIN TENER PRECIO …

Han pasado cuatro años, casi sin darnos cuenta. Entre vuestras manos un nuevo comunicado. Cuesta escribirlos siendo conocedoras de cuántos escritos aparecen en estos momentos. De la misma manera, nos costará hacernos presentes sin ruborizarnos sabiéndonos metidos en el mismo saco de todos aquellos que trabajan de conseguidores para vosotrxs, pero a quienes rara vez se ve fuera del perímetro estrecho de sus “ lugares de trabajo”.


Cuatro años marcados por la inestabilidad del organigrama y las restricciones presupuestarias en los que, quienes apostamos por poner en marcha este nuevo proyecto sindical, hemos tenido que leer, formarnos y aprender muchas dinámicas internas; pero también, hemos tenido que aprender a lidiar no sólo con la representación de la Empresa, sino con el resto de secciones sindicales.

Quienes, con pies de plomo y la ilusión de poder hacer las cosas de otra manera, nos presentamos hace cuatro años bajo las siglas de la CGT (Confederación General del Trabajo), seguimos andando en la
cuerda floja de esta vorágine en la que entendemos algunas cosas más, pero de la que seguimos sin querer aceptar muchas otras.
Tuvimos claro que no queríamos ser sindicalistas de profesión, de la misma manera que sabemos a qué clase social pertenecemos. Seguimos en nuestro empeño de recuperar la idea de que la solidaridad es
la ternura de los pueblos y que se debe comenzar a practicar por quien se tiene más cerca. Tal vez por ello, nuestro primer empeño es pensar que nada de lo que pasa en esta Empresa nos es ajeno. Nos es difícil llegar a todo porque tenemos muchas limitaciones, pero creemos haber estado abiertas a cualquier problema y, sobre todo, a posicionarnos de manera sincera.

Seguimos sin ser profesionales, aunque creemos que en algunos foros, mal que les pese a algunos, se nos reconoce el trabajo que hacemos para sumar pero, sobre todo, para que nadie nos dé gato por liebre.
Tal vez tenemos una ventaja: nadie debe cargar con todo el peso de unas siglas porque somos un sindicato muy horizontal. Nuestro asamblearismo no es para las grandes ocasiones y, mucho menos, para lavarnos las manos cuando nos interesa … claro que, quienes más nos hemos implicado en el proyecto, seguimos teniendo un oficio y un puesto de trabajo en el que, todavía, nadie nos ha suplido definitivamente.

Somos un sindicato de clase. No somos una agencia de viajes ni una gestoría. Tod@s y cada un@ de quienes lo conformamos somos una pieza igual de importante en este puzzle en movimiento que está vivo. La solidaridad comienza en la idea de que no tenemos un maga ni un conseguidor que nos arregla lo nuestro, sino algunas personas que hemos comenzado a andar y que estamos dispuestas a ayudar a empoderarse a cualquiera de nuestr@s compañer@s.

Somos un sindicato, como hay otros. No nacimos hace cuatro años en contra de nadie, aunque tal vez, algunos pensasen que así fuera. Hemos llamado a la puerta de los demás para buscar la unidad de acción, pero es verdad que no hemos venido para comulgar con ruedas de molino ni para no hacer valer nuestros principios.

Tal vez se nos pueda acusar de necedad. Para quienes la necedad es ignorancia o torpeza, nos gustaría ofrecerle la otra cara de la moneda: la terquedad de persistir en muchas cosas que nos han vendido como imposibles y a las que no queremos renunciar. Pero, sobre todo, la necedad de querer vivir de pie … de vivir sin tener precio, que es tanto cómo no dejarnos comprar.

Es mucho, pero nuestro camino es largo. Y vamos despacio porque vamos lejos. Seguimos diciendo, aunque se nos siga tachando de ilusos, ignorantes o vendedores de humo, que nuestro horizonte es la utopía.

Y la utopía comienza cada día, en nuestro puesto de trabajo, intentando tener un asiento digno para nuestras posaderas. Pero no se detiene ni tiene fin … se construye a cada paso con muchas pequeñas acciones, con pequeñas batallas.
Es triste tener que batallar -y mucho- con cosas tan obvias … pero es el tiempo que nos ha tocado.
Volver a trabajarnos la idea de que tenemos derecho a tener derechos y poner en valor que pertenecemos a una Empresa que es un servicio público que quieren desmantelar y que debemos defender, por principios
y porque en ello nos va el pan y la vida.

Un nuevo comunicado … la intensidad, la honradez o la convicción con que hemos trabajado sólo pueden verse si se es capaz de mirar libre de prejuicios y de tantos fuegos cruzados como ahora salen a la palestra.
Nosotr@s seguimos … y seguiremos -ojalá- si los votos nos siguen dando la confianza suficiente para ser testigos y poder contarlo además de pelear todo lo “peleable”.

¡¡¡¡ Salud y lucha!!!!